Después de comentarme un poco qué es lo que hacer, le expuse mis intenciones y un par de pequeños consideraciones para intentar dar libertad a las tomas, que eran poder asistir a los ensayos, captando los momentos previos de preparación, y tener cierta libertad de movimiento por las diferentes zonas del edificio.Conseguido ésto, adelante con el reto.
Teniendo en cuenta el silencio que suele existir en este tipo de actos, contacto con Manuel Tevar, director de la Orquesta En Clave De Arts, para comentarle qué es lo que quería hacer y qué limitaciones podía encontrarme.
El día del concierto, con el material revisado y habiendo considerado diversas opciones a fotografiar, voy al Corral de Comedias, encontrándome, como en otras ocasiones, con una luz interesante pero muy compleja a mi entender.
Una zona central donde la luz se convierte en blanca con ciertas dominantes, quizás debido a los focos de color rojo y azul que había arriba; una segunda zona con iluminación con predominancia amarilla, y una tercera con dominante amarilla pero con baja intensidad. En conclusión, una situación complicada. En la zona del coro, bueno, eso es otra historia . . .
Una última indicación por parte de Manuel sobre intentar tocar sin mirar las partituras y estando atento del resto, aspecto que creo que se consiguió. Finalizado el ensayo general, el trabajo había quien quería afinarlo aún más.
Durante el concierto, me sorprendió grátamente la comunicación visual que por parte de los músicos existía entre ellos, había picardía y juego, resultando divertido y gratificante plasmar esos instantes. En otras ocasiones, la música se vivía en cada movimiento que hacían.
Agradecer a Roberto y Marta las facilidades y atención prestada, a Manuel su proximidad y a los técnicos de El Corral por la conversación que tuvimos para intentar mejorar las condiciones lumínicas.