martes, 5 de julio de 2011

Escuela de Artes Orientales



Ya han pasado unos pocos años desde que conozco a Manu, Manuel Sánchez Muñoz, cuando por el Inef nos encontramos por primera vez en las pruebas de acceso a la espera de ser llamados para la prueba de coordinación. por suerte, coincidimos los cinco años de la carrera en la mayoría de las asignaturas, pudiendo escuchar y aprender mucho de y sobre él.

Años más tarde, y ya van ocho desde que acabáramos la carrera, nos volvemos a encontrar en actividades organizadas por él, Retiro Oriental en la Sierra de Madrid y jornadas de participación en artes orientales.

En esta nueva ocasión, se trata de una quedada para participar en una completa actividad donde practicar Daruma Taiso, relajación y kali filipino.

Se comienza con un calentamiento completo, entendiéndose el término completo en todo su significado. En esta primera parte participo, especialmente en la parte de relajación conociendo de ocasiones anteriores el buen hacer de Manu quien conduce de manera interesante las sesiones ayudando a conseguir un buen nivel de relajación.


Finalizada esta primera parte, se comienza con el Kali Filipino realizando ejercicios básicos para perder miedo a los kalis con una breve progresión que parte de ejercicios individuales a ejercicios en pareja de ataque y defensa.





Entre ejercicios, y según van incluyéndose nuevos movimientos, nuevas explicaciones y demostraciones de qué y cómo hacer los ejercicios.





A diferencia de lo que se podría pensar, participación de ambos sexos así como diferentes grupos de edad.





El Kali pasa a ser una herramienta útil también para la defensa personal.





La jornada se culmina con una breve relajación grupal, para compartir energía entre todos los allí presentes y con una buena merienda con lo llevado por cada uno de los participantes.




En el plano fotográfico, destacar que las condiciones luminosas fueron cambiando mucho desde el inicio de la sesión con una luz muy marcada, existiendo zonas de luz muy intensa y zonas de sombra marcada, teniendo que sacrificar unas zonas en favor de otras (la opción del flash estaba por completo descartada porque, aunque habría ayudado muchísimo condicionaría muchísimo el normal desarrollo de la actividad.

Con apenas luz traté de mantener una profundidad de campo mínima para poder bien un rostro completo, por lo que el f2,8 lo tuve que limitar a determinadas tomas. Por otra parte, como la actividad presentaba cambios de posición así como no contar con estabilizador en el objetivo usado, la velocidad del obturador fue siempre superior a 1/200. Como consecuencia de esta cuenta subí mucho, demasiado posiblemente, la sensibilidad y el grano se hacía inevitable en la imagen (todavía queda mucho por aprender a usar los valores básicos de la cámara).

Felicidades Manu, por seguir luchando por tu sueño, cada día estás algo más cerca. Muchas gracias por haberme permitido participar en la sesión desde dentro como con la cámara. Muchas gracias a todos los participantes por estar tan naturales aún a pesar de ser mirados por un ojo un tanto distinto a lo normal (para conocer más al respecto, os dejo el enlace de los Dojos de Madrid de Shoreikan)