Cuando supe que se iba a impartir Jiu Jitsu Brasileño en el gimnasio donde había estado fotografiando en ocasiones anteriores otros deportes, me surgió la curiosidad de conocer este Deporte - Arte Marcial desde dentro. Ya había pasado mucho tiempo desde que dejé de recibir clases de Judo con el Profesor Alfonso López de Durana o el Maestro Young Lee en el INEF. Sin embargo, algo sí que recordaba de entonces y es mi torpeza en lo combate de Judo suelo.
De primera mano he conocido algunos movimientos del BJJ en las clases que impartía Arturo Salas Espíes, alumno del Maestro Mathias Ribeiro, el cual es el personaje principal de esta entrada.
Este tipo de deportes que requieren kimono en los que se asocia el conocimiento a un color de cinturón parece que no gustan tanto como otros deportes de contacto. No es que sean mejores o peores, simplemente pienso que nos suele pesar mucho tener un color en nuestra cintura o que muchas veces accedemos a su práctica queriendo saber qué hacer siempre para conseguir superar al contrario sin apenas práctica previa.
Sin embargo, y ahí está lo bonito a mi entender de este tipo de deportes, hay que tener algunas premisas en la cabeza cuando se entra al tatami. Recordando palabras del Maestro Lee, para ganar primero hay qe aprender a perder, por eso lo primero que nos enseñaba eran las caídas o ukemis, y que para conseguir aprender la mayoría de las técnicas, como Tori, necesitas del compañero, o Uke, salvo en niveles muy elevados de conocimiento.
Considero que es un Deporte muy exigente en el plano físico a la par que requiere de estrategia y táctica en el desarrollo de los combates. No difiere posiblemente de otros deportes de contacto, sin embargo, visto desde fuera para el que desconoce lo qué puede estar sucediendo, en muchas ocasiones no se trata más que de un amasijo de brazos y piernas que se entrelazan y que hacen extraños movimientos enroscándose aún más entre sí.
Para esta entrada tuve la oportunidad de acompañar en algunas sesiones
al Maestro Mathias Ribeiro y algunos de sus alumnos, entre los cuales se
encuentra Arturo Salas, así como en la velada profesional Arnold´s Fighters en donde se enfrentó a Tito Beltrán en un combate de grappling.
Especial agradecimiento a Mathias, por permitirme acompañarle en las sesiones y, con mucho cariño, a Arturo un profesor digno de mi admiración y un competidor nato (espero que este año consigas tus objetivos deportivos).
Oss.
Oss.
