Tarde noche de sábado (30 de abril de 2011), Madrid capital, en concreto Sala Parche, en Calle Ayala 120. El grupo flamenco Candela Viva vuelve a actuar y, en esta ocasión me resulta posible acudir, tras estar en el Open de Tenis de Madrid.
Días antes busqué información de la sala y, aunque pequeña, parecía que contaba con una iluminación suficiente para, jugando con el ISO, alcanzar un resultado aceptable sin necesidad de usar el flash. Grata sorpresa cuando llegué al interior y encontré una luz bastante escasa y un espacio menor al que las fotos de internet me dejaron ver. No había otra, por lo menos contaba con el flash, recientemente comprado a través de una página china (DealExtrem) y que, por primera vez, utilizaría fuera de mi casa.
Nos encontramos Estela y yo con Candela Viva y nos presentamos ya que, hasta el momento, todo el contacto mantenido había sido gracias a Facebook. Un cafetito previo en un bar cercano y nos vamos a un sotano a preparar cada uno sus herramientas. Peinados, coloretes, respiraciones profundas, ritmo y mediciones se empiezan a conjugar en un chisconcillo.
El susto de la noche al tratar de hacer las primeras fotos. Llamada rápida a casa para comprobar que no he perdido el objetivo angular . . . Instantes de tensión, mi madre me tranquliza. Toca reconfigurar lo previsto y, lo que inicialmente podría ser un juego con diferentes distancias focales ahora se veía limitado al trabajo con el tele (50-200) que sí llevaba conmigo.
Tras una hora aproximada ultimando el espectáculo y, por mi parte, observando a cada uno de ellos, se sube a la palestra. COMIENZA EL ESPECTÁCULO. Luz limitada - a probar con el flash directo y rebotado-. Con el flash que llevo (Yongnuo N467 con nº guia 33) me cuestiono si la luz rebotada será suficiente. Finalmente, y a pesar de ser la sala de techo bajo de color claro y con espejos en sus laterales, opto por flash directo con el difusor propio puesto o retirado.
El espectáculo debió estar bien, la verdad es que a través del objetivo no captaba más que retazos del mismo tratando de seguir la música para plasmar los momentos de énfasis en el sensor.
Sí me marqué un objetivo y lo conseguí: revisar todos los parámetros que traía de fotografiar el tenis durante la tarde y disparar un solo movimiento, a lo cual también estaba obligado por la recuperación del flash.
El flash, quizás cuando tenga un equipo mejor pueda funcionar de otra manera pero mientras tanto he de acostumbrarme a que se pueden calentar las pilas y dejar de funcionar. Solución inmediata, otro juego de pilas y a seguir funcionando, de inmediato tube un tiempo de recuperación del flash mucho menor.
Días antes busqué información de la sala y, aunque pequeña, parecía que contaba con una iluminación suficiente para, jugando con el ISO, alcanzar un resultado aceptable sin necesidad de usar el flash. Grata sorpresa cuando llegué al interior y encontré una luz bastante escasa y un espacio menor al que las fotos de internet me dejaron ver. No había otra, por lo menos contaba con el flash, recientemente comprado a través de una página china (DealExtrem) y que, por primera vez, utilizaría fuera de mi casa.
Nos encontramos Estela y yo con Candela Viva y nos presentamos ya que, hasta el momento, todo el contacto mantenido había sido gracias a Facebook. Un cafetito previo en un bar cercano y nos vamos a un sotano a preparar cada uno sus herramientas. Peinados, coloretes, respiraciones profundas, ritmo y mediciones se empiezan a conjugar en un chisconcillo.
El susto de la noche al tratar de hacer las primeras fotos. Llamada rápida a casa para comprobar que no he perdido el objetivo angular . . . Instantes de tensión, mi madre me tranquliza. Toca reconfigurar lo previsto y, lo que inicialmente podría ser un juego con diferentes distancias focales ahora se veía limitado al trabajo con el tele (50-200) que sí llevaba conmigo.
Tras una hora aproximada ultimando el espectáculo y, por mi parte, observando a cada uno de ellos, se sube a la palestra. COMIENZA EL ESPECTÁCULO. Luz limitada - a probar con el flash directo y rebotado-. Con el flash que llevo (Yongnuo N467 con nº guia 33) me cuestiono si la luz rebotada será suficiente. Finalmente, y a pesar de ser la sala de techo bajo de color claro y con espejos en sus laterales, opto por flash directo con el difusor propio puesto o retirado.
El espectáculo debió estar bien, la verdad es que a través del objetivo no captaba más que retazos del mismo tratando de seguir la música para plasmar los momentos de énfasis en el sensor.
Sí me marqué un objetivo y lo conseguí: revisar todos los parámetros que traía de fotografiar el tenis durante la tarde y disparar un solo movimiento, a lo cual también estaba obligado por la recuperación del flash.
El flash, quizás cuando tenga un equipo mejor pueda funcionar de otra manera pero mientras tanto he de acostumbrarme a que se pueden calentar las pilas y dejar de funcionar. Solución inmediata, otro juego de pilas y a seguir funcionando, de inmediato tube un tiempo de recuperación del flash mucho menor.
Muchas gracias por todo Candela Viva, me alegro que os hayan gustado las fotos. Mencionar también a Juan (Duo Puente www.guitarras-duopuente.com) y al cajón a Iván.
Un saludo, Pablo.
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